1. Chiara Suergio - Australia
2. Eugenio Di Sabatino - Australia
3. Giovanni Di Lieto - Australia
4. Sara Lucchetti - Australia
5. Marco Marroni - Australia - Melbourne
6. Federico Levi - Estonia - Tallin
7. Silvia Lorenzi - Estonia - Tallin
8. Enrico Barone - Estonia - Tallin
9. Christian Callegari - Estonia - Tallin
10. Davide Ticchi - Estonia - Tallin
11. Irene Cresci - Estonia - Tallin
12. Christian Francone - EE.UU. - Nueva York
13. Gino Gialdini - Estados Unidos - Nueva York
14. Massimo Veccia - Estados Unidos - Nueva York
15. Stefano Nicoli - España - Barcelona
16. Alessandra Gonnella - Inglaterra - Londres
17. Alessia Affinita - Inglaterra - Londres
18. Filippo Baglini - Inglaterra - Londres
19 - Francesco Fanelli - Inglaterra - Londres
20 - Matteo Chincarini - Alemania - Múnich
21 - Alessandra Altamura - Alemania - Múnich
22 - Giacomo Beccari - Alemania - Múnich
23 - Valeria Milani - Alemania - Múnich
24 - Arianna Polidori - EE.UU. - Los Ángeles
25 - Edoardo Di Silvestri - EE.UU. - Los Ángeles
26 - Marco Tommaselli - EE.UU. - Los Angeles
27 - Massimo Forti - EE.UU. - Los Ángeles
28 - Milena Guerra - EE.UU. - Los Ángeles
29 - Simone Bartesaghi - EE.UU. - Los Ángeles
30 - DaniloCortellini - Reino Unido - Londres
Enlace al vídeo completo
Italia adiós, no volveré
Editado por Barbara Pavarotti en colaboración con Marinella Mazzanti
Narración de Pietro Luigi Biagioni
Música original de Massimo Priviero
El vídeo documental es el resultado de 30 entrevistas a 30 jóvenes italianos que se han marchado al extranjero en busca de trabajo en los últimos años.
Para identificar a jóvenes emigrantes en tres continentes, la Fundación Paolo Cresci se puso en contacto en 2017 con 70 grupos de Facebook de italianos de todo el mundo, lanzando un llamamiento a unas 350.000 personas.
Las entrevistas, realizadas en Barcelona, Londres, Los Ángeles, Melbourne, Múnich, Nueva York y Tallin, ofrecen una visión de un fenómeno que también hoy adquiere cifras significativas: en los once años 2011-2021, según datos del ISTAT, 451.585 jóvenes italianos de entre 18 y 34 años trasladaron su residencia al extranjero, mientras que 134.543 procedentes del extranjero se mudaron a Italia. En total, 317.042 jóvenes abandonaron Italia (saldo migratorio).
A diferencia de los del siglo pasado y del anterior, que se marcharon con una maleta de cartón y con la angustia de la separación y el dolor de la tierra perdida en el corazón, en la era de la globalización y de los viajes fáciles, estos jóvenes se marchan conscientes de sí mismos y de sus capacidades que no pudieron aplicar en Italia. Italia, un país envejecido y pesimista, ya no parece un lugar para los jóvenes.
El tráiler