Merica' es Miss Libertad

La Estatua de la Libertad -siempre llamada Miss Liberty- fue donada por Francia a Estados Unidos en señal de amistad y sólo quedó estrechamente vinculada al fenómeno de la emigración después de que se grabaran en su base los versos de Emma Lazarus: "Guardad, antiguas tierras, los esplendores de vuestra historia... Dadme a los extenuados, a los pobres, a las multitudes apiñadas que anhelan respirar libres, a los desdichados desechos de vuestras pululantes costas: enviadme a los que no tienen hogar, dejad que acudan a mí, a mí que alzo mi antorcha junto a la puerta dorada".

Aquella hermosa dama parecía ser tan grande como América y tan grande como los sueños de los emigrantes de "hacer Merica". En cambio, a su llegada al puerto de Nueva York, tras contemplar a la majestuosa dama con el asombro debido, los emigrantes eran desembarcados y obligados a dirigirse a la isla Ellis, donde toda una serie de normas operaban una drástica selección. Se les rechazaba por enfermedad, pobreza extrema, juventud o edad avanzada y estado civil (mujeres y huérfanos que no tenían a nadie en el país que les ayudara a encontrar trabajo).

Sin embargo, en la imaginación de muchos inmigrantes, la Estatua de la Libertad se convirtió en América con todas sus contradicciones. Descubrieron que las calles no estaban pavimentadas con oro y que incluso les correspondería a ellos construirlas.

Y la esperanza de vivir en igualdad y libertad pronto se desvanecería.

MARIA ROSARIA OSTUNI